ATAQUES DE PANICO

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El Trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por  la aparición repentina  de ataques de pánico o crisis de ansiedad en los cuales la persona experimenta elevados niveles de angustia y ansiedad con intensos pensamientos aterradores de que algo grave puede ocurrir.

El Ataque de pánico es una reacción de ansiedad muy intensa, acompañada de la sensación por parte de quien la padece de no ser capaz de controlar esta reacción, e incluso  tener la convicción de que puede llegar a morir en ese momento, dado lo angustioso de los síntomas que lo acompañan.

Esta crisis de ansiedad puede producirse en muchas y variadas situaciones (conduciendo, en el autobús, comprando en una tienda, etc.), las cuales tenderán a evitarse posteriormente por miedo a que pueda producirse de nuevo el ataque.

Imaginemos por un momento que una mañana calurosa de julio subimos en un abarrotado vagón de metro, sin haber desayunado, con prisas por miedo a llegar tarde a un examen final de curso ante el cual estamos muy preocupados. Debido a esta situación de estrés y las circunstancias que lo rodean, comenzamos a notar sudores, temblores, nos falta el aire y podemos llegar incluso a desmayarnos.

Podemos darle dos interpretaciones a lo que nos ha ocurrido:

  • «Es normal lo que me ha pasado, no debía haber salido de casa sin tiempo y sin tomar nada». El hecho queda ahí y probablemente no volverá a ocurrirnos de nuevo.
  • «¿Qué es lo que me está pasando, será un ataque al corazón, porqué habré cogido el metro, no puedo controlarlo y nadie me puede ayudar?. Se produce una hiperventilación (respiración agitada) que provoca un rapidísimo aumento de activación fisiológica generalizada. Empezamos a coger miedo a que se nos vuelvan a producir esos síntomas en cualquier momento, con lo que comenzaremos a evitar aquellos lugares o situaciones en los que creemos que se nos pueden volver a producir.

Aparecen así PENSAMIENTOS CATASTROFISTAS originados por una incorrecta interpretación de los síntomas de ansiedad (activación fisiológica).

Según la clasificación internacional de trastornos mentales DSM-IV los criterios para diagnosticar un ataque de pánico (o crisis de ansiedad) serían los siguientes:

Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes 13 síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.

  1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca.
  2. Sudoración.
  3. Temblores o sacudidas.
  4. Sensación de ahogo o falta de aliento.
  5. Sensación de atragantarse.
  6. Opresión o malestar torácico.
  7. Náuseas o molestias abdominales.
  8. Inestabilidad, mareo o desmayo.
  9. Desrealización o despersonalización.
  10. Miedo a perder el control o volverse loco.
  11. Miedo a morir.
  12. Parestesias.
  13. Escalofríos o sofocos

El mecanismo de aparición de un ATAQUE DE PANICO, sería pues el siguiente:

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  TRATAMIENTO
Es muy recomendable acudir a un profesional de la psicología experto en Trastornos de Ansiedad, ya que el problema puede llegar a cronificarse y generalizarse a gran variedad de situaciones. Al mismo tiempo pueden generarse otros trastornos de ansiedad asociados como la Agorafobia.
El modelo que utilizo para su tratamiento está basado en el MODELO COGNITIVO DEL PÁNICO  de BECK  y que propone lo siguiente:
«Las crisis de pánico resultan de la malinterpretación de las sensaciones físicas que las acompañan.
Esta interpretación hace que aumente la ansiedad, la cual, a su vez, incrementa las sensaciones físicas intoreceptivas temidas, ya que son sensaciones asociadas a la ansiedad.
Las personas que sufren Crisis de pánico repetidas han desarrollado una tendencia estable a la malinterpretación de las sensaciones corporales benignas , como indicadores de una catástrofe mental o física inminente. Ejemplo: las palpitaciones pueden ser interpretadas como un ataque al corazón.
La terapia consiste en una serie de estrategias dirigidas a que el paciente aprenda a evaluar correctamente dichas sensaciones, superando así su tendencia a hacer interpretaciones catastróficas y las alteraciones emocionales y conductuales que de ella se derivan».

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